EL PUEBLO A´I

Agricultura familiar

CELEBRACIONES 

Tan a menudo como puede, una familia prepara tse´tse´pa o chicha de yuca o plátano, fermentada en jarras de madera con un agente fermentador natural. Ninguna ocasión especial necesita celebración durante estas fiestas de libación, los hombres suelen tejer cuerdas de fibra extraída de la palmera chambira toi´ recolectada durante las incursiones de caza al bosque. Esta cuerda, enroscada en la pierna con la palma de la mano, puede variar en grosor y se la emplea en la hechura de redes, fundas y hamacas. Como las misiones evangélicas en Dureno han creado un mercado para estos tejidos, todo el tiempo disponible lo ocupan para tejer y hacer cuerdas. Los tejidos son intercambiados por dinero o para conseguir artículos esenciales a crédito; municiones, pólvora, gorras.

La mujeres sirven el / tse´tse´pa / en calabazas durante estas fiestas, dando de tomar a cada varón presente por turnos. Si un comerciante ha llegado, se consume con toda seguridad aguardiente. Mientras continúa la bebida, algunos hombres tocan la flauta y el tambor hecho con piel de mono. Risas estridentes se dejan oír toda la noche.

Durante estas fiestas de tse´tse´pa en el pueblo de Dureno, Borman informa haber visto a los varones imitar el canto y el baile de las mujeres (1962). A veces bailan hombres y mujeres: forman una línea, los hombres enfrente de las mujeres, moviéndose hacia adelante y hacia atrás, volviéndose a un lado y al otro, y golpeando con los pies en el suelo conforme los toques del tambor. En ocasiones las mujeres que están bebiendo la tse´tse´pa en la cocina, cantan sus canciones. También los hombres entonan a menudo partes de canciones o de cantos del yagécuando están muy borrachos. Estas fiestas están acompañadas por una gran cantidad de regocijo y felicidad, nunca de violencia. A menudo se llevan a cabo durante tres días hasta que toda la bebida fermentada se ha consumido. Se sobreentiende que todos los habitantes del pueblo están invitados a estas fiestas. Sin embargo, no es mal visto quedarse en casa. Cada familia hace su fiesta y prepara tse´tse´pa para los invitados, al parecer sin ningún orden aparente.

El vestido y los adornos personales son importantes para los A´I. Los hombres llevan puestos cushmas (palabra quichua), una manta que cae hasta las rodillas y está hecha de tela comprada, con un hueco en la parte superior para la cabeza. Hace una generación, hacían las cushmas con tela de corteza, cubierta con líneas onduladas y manchas parecidas a las del jaguar. Se las lleva puestas y hasta los tobillos. 
Ahora se usan a menudo pantalones de algodón, en ocasiones también decorados con hilos de colores. Muchos cofanes tienen un par de botas de caucho, que las usan a veces solo para ir de cacería. Algunos hombres prefieren adentrarse en el bosque sólo con una cushma, herramientas de cacería, y descalzos.

Las mujeres llevan un conjunto de dos piezas, con el diafragma desnudo. La blusa, cosida con tela comprada es corta con un canesú de un color, por lo general rojo, que contrasta con las mangas estampadas. Las mangas y el cuerpo del vestido se juntan en el canesú. Las faldas llegan hasta las rodillas, tienen un cinturón de cuerda, y están hábilmente decoradas con cintas en todos los bordes.

Ambos sexos se agujeran las orejas y la nariz. Los adornos para las orejas de los varones incluyen tubos de bambú, plumas de la cola de guacamayo, y ocasionalmente flores. Las mujeres llevan otros objetos además de los aretes de cuerda en sus lóbulos, mientras los hombres se ponen pequeños tubos de bambú en las largas perforaciones de los lóbulos. Los hombres normalmente llevan en la nariz plumas de guacamayo rojas, a veces azules; también las mujeres llevan pequeñas plumas rojas. Las mujeres A´I tienen brazaletes tanto para las muñecas como para los tobillos, están hechos de cuentas y por lo general tienen más de una hilera. También los hombres llevan brazaletes, pero de cuerda y de pieles de iguana. Cordeles atados a la parte superior de los brazos sostienen una manga desechable en forma de tubo a la cual se cuelgan "hojas olorosas" cuando los jejenes molestan.

Los hombres llevan una corona de plumas en ocasiones especiales y cuando beben el Yagé. Los jóvenes suelen llevar un cintillo blanco en la cabeza hecho de fibra de bambú. Los hombres se cortan el cabello completamente cuando empieza a producirles comezón en la oreja; las mujeres no se cortan el cabello con regularidad, pero lo hacen en ocasiones y lo llevan hasta el hombro. Una anciana del poblado de Dureno se rapó el cabello por ira y tristeza de que su marido, un prominente shamán, la abandonara por su sobrina.

Cada día ambos sexos pasan al menos una hora arreglándose frente al espejo. Hombres y mujeres se depilan y afeitan todo el vello facial usando dos fibras sujetas en ambas manos, las mismas que retuercen el vello y tiran de ellas. Los A´I pintan sus rostros con dibujos trazados con achiote (Bixa Orellana) y un lápiz azul indeleble, (que ahora se consigue con los comerciantes). Estos dibujos comprenden desde simples manchas hasta grupos intrincados de líneas y puntos, basados completamente en apariencia, en el motivo del jaguar. Todo adulto tiene un motivo personal, y todos los dibujos son variaciones del tema individual.

Tanto las mujeres como los hombres adultos, llevan collares de cuentas que varían en color y en cantidad. Los hombres combinan las cuentas de sus collares, con dientes de jaguar o de jabalí ensartados. Las mujeres llevan collares de conchas y semillas, guirnaldas de pimientos o crestas de la cola de tucanes rojos y amarillos atadas a cuerdas tejidas. Los cordeles tejidos de hilos de colores cuelgan por la espalda, y en las mujeres acaban en manojos ornamentales de plumas de loro, de semillas, de corteza de vainilla, hueso y concha que llegan hasta el sacro. Las coronas de plumas de los hombres están hechas de o´mando, plumas del ala y de la cola de guacamayos y de loros verdes. En la base de estas coronas hallamos un anillo para la cabeza hecho de fibra de palma, en el cual se ponen las plumas paradas que caen por la espalda en grupos de cintas. Algunos hombres llevan sombreros tejidos de fibra de palma, aunque actualmente la mayoría ha comprado sombreros comerciales.

No existen reglas rígidas que especifiquen las tareas que han de cumplir los hombres y las que deberán hacer las mujeres. Más bien, los hombres normalmente suelen cazar y ayudan también a las mujeres de la casa, en las pesadas faenas domésticas del huerto. Raras veces las mujeres cazan; más bien atienden a los niños y preparan las comidas con los frutos y tubérculos que pueden recolectar. Este ciclo de productividad está marcado con ocasionales reuniones de bebida tse´tse´pa en las que todos visten sus mejores galas. Beber es un evento social frecuente entre los A´I. Amigos, parientes y vecinos (que pueden ser los mismos al mismo tiempo), beben, hablan, cuentan chismes y conversan juntos. Para estas ocasiones parece haber una retórica especial reservada para eventos sociales, en las que los A´I controlan su proyección de sí mismos con maneras aprobadas y anticipadas. 

La economía de la subsistencia de los A´I se ha basado en la horticultura, la caza, la recolección y la pesca. Los ríos se encuentran río arriba y abajo del poblado y se abandonaban de aproximadamente cada tres años. Los principales cultivos son la yuca, el plátano y el maíz. La recolección se basa en frutas tropicales, raíces, hojas comestibles y medicinales. En la dieta A´I ha sido muy importante las proteínas provenientes de la caza que incluían numerosas especies de pájaros, mamíferos, pequeños anfibios y pescados, incluían también a la charapa (tortuga amazónica) y sus huevos que se consumían en el verano amazónico. (Diciembre, enero y febrero). Sin embargo, en la actualidad la cacería ha disminuido significativamente debido a la alteración de los bosques tropicales, la colonización y la disminución de los territorios tradicionales de los A´I.

Algunos miembros de varias comunidades han incursionado en cultivos comerciales como el café y el maíz, factor más acentuado en la comunidad de Duvino donde prácticamente la cacería ha desaparecido. En Dureno y Zábalo la población adquiere parte de sus ingresos económicos del turismo, para lo cual elaboran artesanías que son comercializadas periódicamente y además se han vinculado a empresas nacionales y extranjeras ligadas a esta actividad. La comunidad Zábalo ubicada en la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno ha implementado programas de turismo ecológico para lo cual han desarrollado una importante infraestructura y han capacitado a promotores turísticos.

Un proyecto importante con apoyo internacional para la conservación y repoblamiento de la charapa se desarrolla en Zábalo, se tiene previsto implementar proyectos de piscicultura del bocachico y la masaca, así como un proyecto de guardianía en la zona de Guepí, en donde colonos y comerciantes foráneos vienen efectuando una ilegal e irracional del recurso forestal. Cada centro A´I dispone de una escuela y se procura generalizar la educación intercultural bilingüe, pero la carencia de personal docente calificado es un inconveniente. No existe educación secundaria y los/as niños/as que terminan la primaria salen a la población Dureno (colonos) y San Pablo de Catetsiaya (Secoyas) a estudiar la secundaria.

En salud funciona un programa de botiquines comunitarios con promotores de salud adiestrados por la Misión Carmelita, sin embargo en todos los casos médicos se consulta previamente al shamán. Servicios básicos como luz, agua y comunicaciones no han sido extendidos a estas comunidades. Con el apoyo de distintas instituciones se han implementado proyectos de energía solar, radiocomunicación y un teléfono satelital en Zábalo. En otras comunidades como Dureno se dispone de pequeñas plantas de luz, siendo su uso muy restringido porque el costo del combustible les resulta elevado.

Se procura obtener el agua para consumo doméstico de los esteros y acequias relativamente limpios en la medida que el río Aguarico y otros tienen altos índices de contaminación. En algunos casos el agua lluvia es usada con estos fines también. Hoy por hoy los A´I buscan un reconocimiento como pueblo ancestral de la selva y luchan para que su cultura y derechos sean respetados y valorados por el conjunto de la sociedad ecuatoriana.

Tomado de: Sonidos Milenarios: La música de los Secoyas, A’I, Kichwas de Pastaza y Afroesmeraldeños, Juan Carlos Franco, 2005.