Internet fortalece a las comunidades indígenas

Internet fortalece a las comunidades indígenas

En las últimas décadas, los pueblos indígenas de América Latina han desarrollado, pese a innumerables dificultades, una multitud de medios de comunicación propios: radios comunitarias, agencias de noticias, producciones audiovisuales y fotográficas, blogs, webs, perfiles en Facebook y en otras redes sociales. El proyecto, “Pueblos indígenas y medios de comunicación indígena en América Latina” (2018) visibiliza estos medios en un mapa que ilustra su profusión y gran diversidad.

Los pueblos indígenas están utilizando los medios digitales tanto para interactuar internamente como para hacer oír sus voces, expresar sus visiones del mundo y reclamar un lugar activo en las agendas globales. Estas sociedades tradicionales producen plataformas digitales de comunicación cuyo objetivo es generar una conciencia social compartida y un nuevo modo de socialización a nivel planetario. En este sentido, los medios indígenas se configuran como una experiencia desde la cual repensar el futuro de la comunicación digital.

El derecho a la comunicación

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en el año 2007, incluye en una mención particular su derecho a establecer sus propios medios de información y a tener acceso, sin discriminación, a los no indígenas.

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Miembros de la comunidad panameña de los Gunayala en la emisora de radio. Mónica Martínez Mauri

Desde su aprobación, estos pueblos han reclamado, ante la ONU y ante los Estados, lo que ha quedado formulado como el “derecho a la comunicación indígena”. El respeto a la diversidad lingüística, la promoción de sus identidades y culturas, la financiación estatal de radios comunitarias y otros medios de comunicación propios, el acceso asequible a frecuencias de radio y televisión, el apoyo a la formación de comunicadores indígenas y su protección en el ejercicio de su labor son las principales demandas cuando reivindican su derecho a la comunicación.

Para estas culturas tradicionales, los medios digitales son algo más que un canal de información. La comunicación indígena se valora como un tipo de patrimonio cultural.

El poder de la palabra

La proliferación en las últimas décadas de medios de comunicación indígena muestra hasta qué punto, en lugar de desaparecer por la expansión de la modernidad occidental, estas sociedades son fundamentales para articular nuevas modernidades. Los indígenas participan hoy, y desde la década de 1980, en los debates sobre la construcción de nuevos modelos de Estado, o sobre el futuro de la comunicación digital.

El uso de los medios de comunicación por parte de dichos pueblos está claramente mediado por su cultura. En general, se observa una preferencia por medios que privilegian la oralidad y le otorgan un papel protagonista. De ahí que muchos de los medios indígenas que existen en América Latina sean radios. No solo las altas tasas de analfabetismo propician la expansión de medios radiofónicos, en comunidades altamente alfabetizadas también existe una predilección por la expresión oral en su propia lengua.

Lachiwana, Radio Alter-Nativa. Federación de Campesinos y Campesinas de Cochabamba.

Los indígenas, desde sus culturas, usan nuestros mismos medios de comunicación (radio, televisión, cine, agencias de noticias, blogs, etc.) y redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, etc.) para hacer cosas distintas. Su principal objetivo no es sólo informar sino “comunicar”, es decir, organizar comunidades de oyentes/interlocutores a diferentes escalas. La inmediatez y simultaneidad de la interacción entre el ámbito comunitario, indígena, nacional e internacional permite que los medios digitales sean uno de los aspectos más preciados hoy en día.

Para muchas comunidades tradicionales, los medios de comunicación propios son una herramienta política de resistencia y empoderamiento. En algunos casos sirven para documentar los conflictos con la sociedad nacional o con las compañías transnacionales que intentan explotar los recursos naturales que albergan sus territorios.

En otros momentos adquieren una dimensión patrimonial: tienen efectos sobre la conservación de ciertos rasgos culturales y orientan la creatividad. A través de ellos los pueblos indígenas interactúan con el mundo institucional –-museos locales, nacionales o extranjeros–, promocionan sus productos para el mercado nacional e internacional y se construyen como un destino de turismo cultural.

La comunicación entre los gunas

El control que ejercen los indígenas sobre los medios de comunicación suele estar relacionado con el margen de autonomía política que cada pueblo ha logrado negociar con el Estado. Así, por ejemplo, en Panamá observamos como en la comarca de Gunayala, una región poblada por unas 30.000 personas en la que se reconoce territorio y auto-gobierno al pueblo guna, existen programas de radio, producciones fotográficas y audiovisuales, espacios de comunicación en redes sociales, blogs y plataformas digitales online (youtube), producidos por sus propias instituciones.

Desde el año pasado, cuando la señal de telefonía móvil lo hizo posible, los gunas retransmiten las asambleas de su congreso general a través de Facebook live para que todos los gunas que tienen acceso a Internet –desde la comarca o la ciudad– puedan seguir los debates de su máxima autoridad política. En este sentido, la retransmisión de los debates que tienen lugar en el seno del congreso y las opiniones que expresan las personas que los miran desde la distancia suponen un paso más hacia la gobernabilidad interna de la comarca. También permiten ampliar la comunidad, creando una esfera que no está separada de la vida social, sino que es una parte integral de ella.

Bila Burba, cortometraje de Duiren Wagua.

Con todo, los nuevos medios como Facebook, WhatsApp o Instagram, todos muy populares entre los gunas, se han convertido en una esfera más de socialización y han terminado con la poca intimidad que quedaba en el universo social guna.

En el mundo indígena de hoy, el uso de los medios digitales se adapta a las formas de sociabilidad tradicional, sirve para retransmitir reuniones y crear espacios de decisión más plurales. En este sentido podemos concluir que desde la antropología social no solo se observa que son una manera de informar y comunicar sino de socializar. En lugar de promover el individualismo suponen una propuesta de innovación en la formas de sociabilidad, que desbordan las relaciones cotidianas para jugarse en un contexto global.

Fuente: The conversation.com