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Herramientas digitales para una granja orgánica

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Suzana Dimitrievska se dedica a la agricultura orgánica en Macedonia del Norte. Procedente de una estirpe de mujeres enérgicas y con una sólida formación, siempre se ha sentido cómoda adaptándose a las nuevas tecnologías. Ahora usa las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para aumentar la eficiencia de su explotación familiar.

Hace unos años, compró un programa informático de gestión agrícola que le ha permitido planificar y controlar mejor los cultivos, minimizar los costes de mano de obra y gastar menos en combustible y fertilizantes orgánicos, con lo que aumentaron sus beneficios.

Tras conseguir un contrato con una empresa suiza en 2017, Suzana pensó que podría hacer todo el trabajo con mano de obra estacional. Sin embargo, a medida que la demanda crecía, se dio cuenta de la necesidad y las ventajas de una solución automatizada que pudiera controlar varios procesos diferentes al mismo tiempo.

Suzana, con el apoyo de un consultor y de la empresa suiza, pudo preparar un análisis de rentabilidad del trabajo manual comparado con el uso de un clasificador automático. Identificaron una máquina clasificadora con sensor de color capaz de detectar y clasificar más de 123 tipos diferentes de cultivos, hierbas y productos agrícolas por su tamaño, color y forma.

“Con un préstamo del banco, invertí en la seleccionadora óptica. A pesar de que su precio era elevado, 75 000 euros, ahora puedo seleccionar y envasar fácilmente los frijoles al tiempo que cumplo con los estándares de calidad de mis clientes”, comenta Suzana. 

Suzana comparte de forma regular sus conocimientos con otros agricultores. Y para mejorar su trabajo, ella ha adquirido un software de gestión agrícola y ahora puede planificar y analizar las cosechas desde su oficina.

Las tecnologías de la información y la comunicación, como las elegidas por Suzana, se consideran desde hace mucho tiempo impulsoras del desarrollo rural y están acelerando el progreso hacia la igualdad de género. Las TIC hacen referencia a una amplia categoría de dispositivos y servicios que ayudan a los agricultores a recopilar, almacenar, analizar y compartir información. Desde teléfonos móviles que facilitan el acceso a la banca telefónica y satélites que ofrecen informes meteorológicos actualizados, hasta drones que permiten obtener imágenes aéreas detalladas, las TIC empoderan de muchas maneras a la población rural, y en especial a las mujeres.

Sin embargo, aquellos que más podrían beneficiarse de las TIC, son también los que menos acceso tienen a las mismas y los que menos pueden permitírselas. Las mujeres pobres de las zonas rurales, a pesar de desempeñar un papel fundamental en la producción agrícola, suelen tener menos acceso a las TIC que sus contrapartes más adineradas, urbanas o masculinas. Como resultado, en muchas zonas rurales, aún no se explota todo el potencial de las TIC.

Desde que adoptó el programa de gestión agrícola, Suzana ha disfrutado de una mayor capacidad de toma de decisiones y ha visto cómo su inversión daba frutos. Ahora puede gestionar su explotación de forma más eficiente, utilizando su nuevo software para llevar registros, controlar los costes, gestionar a los trabajadores estacionales y analizar la rentabilidad de cada uno de sus cultivos.

De hecho, después de un año usando el programa, Suzana descubrió que algunos de los cultivos que había producido durante años no eran rentables, por lo que ahora está investigando opciones más provechosas.

Suzana estudia ahora la agricultura de precisión basada en las TIC, como forma de reducir sus riesgos y mitigar los efectos del cambio climático. 

Otras TIC también podrían ser clave para el futuro de Suzana. En 2017, las temperaturas extraordinariamente altas causaron grandes pérdidas en sus cultivos. Sus albaricoques, sandías, frijoles, garbanzos y girasoles resultaron afectados, e incluso las hojas de sus vides se quemaron con el calor. Pero al invertir en la agricultura de precisión utilizando TIC como la cartografía de suelos y las imágenes aéreas obtuvo información vital sobre cómo y cuándo regar sus cultivos para lograr la máxima eficiencia. Este enfoque reducirá el riesgo de pérdida de cosechas y mitigará los efectos del cambio climático. En un futuro próximo, espera invertir en sistemas de riego modernos y sensores de suelo adicionales.

“Los agricultores en pequeña escala como yo carecen todavía de conocimientos y comprensión sobre las oportunidades potenciales que ofrecen las TIC”, dice Suzana. “Se necesitan más granjas de demostración para que podamos aprender cómo pueden utilizarse las nuevas tecnologías y cuáles son los beneficios, y decidir finalmente si invertir en ellas”, añade.

La FAO organiza periódicamente foros regionales sobre “e-agricultura” (o ciberagricultura) con demostraciones del uso de las TIC en la alimentación y la agricultura y donde se ofrece a los agricultores en pequeña escala la oportunidad de compartir entre sí sus propias experiencias. La FAO cree que desarrollar enfoques inteligentes y a nivel comunitario para las TIC puede proporcionar a la población rural las herramientas que necesita para conseguir cambios innovadores y ayudar a que más mujeres como Suzana tengan acceso a estas tecnologías clave. Además, a medida que los agricultores rurales asumen papeles más activos en sus comunidades, las TIC pueden ser instrumentos eficaces tanto para las mujeres como para los hombres a fin de reducir la pobreza, promover la igualdad de género y lograr un mundo con #HambreCero.

Tomado de: FAO

Publicado el