
Naciones Unidas estableció 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas bajo el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor”, con el objetivo de reafirmar la contribución de este sector a un futuro mejor para las personas.
En este contexto, la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe firmó un acuerdo con la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) para impulsar un trabajo conjunto de acciones a favor del cooperativismo en la región.
Actualmente, a nivel mundial se contabilizan más de 3 millones de cooperativas pertenecientes a todos los sectores económicos, las que proporcionan bienes y servicios que facilitan el logro de sociedades más prosperas e inclusivas. En América Latina y El Caribe existen más de 108 mil cooperativas. Un cuarto de ese total, son cooperativas agropecuarias y/o rurales, alcanzando cerca de 28 mil, con más de 6 millones de cooperados y cooperadas.
Las cooperativas, especialmente en el sector agroalimentario, desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el hambre y la malnutrición, un desafío particularmente relevante en América Latina y el Caribe. Estas organizaciones son aliadas estratégicas para reducir las asimetrías de poder, promover el trabajo decente, fortalecer la gobernanza territorial y fomentar las alianzas público-privadas.
A continuación, compartimos cinco aspectos clave que destacan la importancia de las cooperativas en los sistemas agroalimentarios:
- Impulso a la gobernanza y desarrollo territorial
La importancia de las cooperativas radica en su capacidad para estimular la gobernanza y el desarrollo territorial, siendo motores para la transformación de los sistemas agroalimentarios. La FAO ha trabajado en mejorar su institucionalidad y sus marcos normativos, colaborando con diversas organizaciones y especialistas para presentar la Ley Modelo para Cooperativas Agroalimentarias ante el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO). Esta ley busca fortalecer los mecanismos y marcos institucionales que promuevan la asociatividad y la identidad cooperativa con un enfoque de igualdad e inclusión.
- Inclusión de la agricultura familiar en las cadenas de valor
El modelo de cooperativas facilita la integración de pequeños agricultores en nuevos mercados, mejorando su capacidad negociadora y optimizando la gestión de sus recursos. Además, contribuyen a mejorar su gestión, fortalecer su capacidad de acción colectiva para acceder a mercados más dinámicos y exigentes y facilitan el acceso a servicios, bienes e insumos a menores precios.
- Producción a pequeña escala y empleo inclusivo
Las cooperativas estimulan el empleo para grupos rezagados, potenciando economías locales y fomentando la participación equitativa en las actividades económicas. Por su modelo organizacional, permiten contrapesar asimetrías de poder, desigualdades sociales y de género, así como las brechas de capital social de sus productores.
- Sostenibilidad y uso eficiente de recursos
A través de la organización y la planificación conjunta, las cooperativas contribuyen al manejo sostenible de los recursos naturales y revalorizan las prácticas tradicionales y locales. Además, alientan los vínculos estratégicos con otras formas de economía solidaria y verde, como las Empresas B (que buscan generar un impacto social y ambiental positivo, al mismo tiempo que obtienen ganancias económicas), las empresas sociales y las cooperativas de consumo, entre otras, integrando actividades afines (bioeconomía, economía circular, agroturismo, artesanía, turismo rural y pesca artesanal).
- Impulsar la innovación
Las brechas entre el mundo urbano y rural son más fáciles de abordar desde lo cooperativismo y asociativismo, pues en estos espacios es donde se generan mayores incentivos para que el sector público y privado desarrolle innovaciones y tecnologías junto a actores organizados e institucionalizados y que de manera aislada, sería más complejo de consolidar.
Es importante continuar potenciando estas alianzas, destacando su rol como agente acelerador en el cumplimiento de los ODS y como un aliado esencial en la lucha contra el hambre. El futuro de la seguridad alimentaria y nutricional y el desarrollo sostenible en nuestra región depende en gran medida del fortalecimiento y apoyo a las cooperativas como parte de una serie de instancias en las que debemos continuar trabajando por un futuro mejor para todas y todos.
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Video: Ventajas de las Cooperativas: Un modelo vigente y de futuro
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