
Desde 2008, cada 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 62/136, adoptada el 18 de diciembre de 2007. Esta fecha reconoce la función y la valiosa contribución de las mujeres rurales al desarrollo sostenible y a la seguridad alimentaria.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este año la conmemoración se celebra bajo el lema:
“Mujeres rurales como sostenedoras de la naturaleza para nuestro futuro colectivo: construir resiliencia climática, conservar la biodiversidad y cuidar la tierra para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas”.
A pesar de desempeñar un papel esencial en la sociedad, las mujeres rurales continúan enfrentando múltiples desafíos. Muchas de ellas tienen un acceso limitado a recursos fundamentales, desde los derechos sobre la tierra hasta la educación, la tecnología y los servicios de salud.
Además, las niñas que pertenecen a familias rurales son más propensas a contraer matrimonio antes de los 18 años. En algunos países, más del 50% de ellas se casan siendo menores de edad, lo que genera graves consecuencias como mayor riesgo de violencia de pareja, embarazos precoces, complicaciones durante la maternidad y una mayor vulnerabilidad frente a enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH.
Como resultado de esta realidad, solo el 2% de las mujeres rurales más pobres en países de bajos ingresos logra completar la educación superior, lo que limita significativamente sus oportunidades de desarrollo personal y profesional.
Es responsabilidad de los gobiernos y la sociedad atender las necesidades de estas mujeres, garantizando su acceso igualitario a la tierra, promoviendo su participación en espacios políticos y socioeconómicos, y reconociendo su papel en la toma de decisiones dentro de las comunidades.