Julia Membalche - Me siento contenta y alegre por haber aprendido técnicas que mejorarán mi producción

Experiencias

Con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, el Ministerio de Gobierno y la FAO, 18 comunidades indígenas de Panamá revitalizan sus sistemas productivos para garantizar su seguridad alimentaria y mejorar su acceso a mercados. 

Cuando sale a trabajar su parcela, Julia Membalche va acompañada de sus dos hijas: una de 18 años y la otra de nueve. “Yo quisiera que ellas aprendan como yo lo estoy haciendo. Son activas para aprender”.

Y es que el ñampí que la señora Julia compraba por libra a cinco dólares para alimentar a sus niñas ahora lo tiene en su parcela. Ella hace parte del grupo de 41 productores de la comunidad de Arimae que participan en el proyecto de revitalización de los sistemas productivos de los pueblos indígenas de Panamá. Una iniciativa del Ministerio de Gobierno, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y la FAO.  

2Julia Membalche aclara que trabaja para dar alimento a sus niñas. Por eso, ha sembrado también plátano, ñame, piña y guandú. Sin embargo, sabe que los productos de su parcela no sólo servirán para alimentar a su familia, sino que podrá obtener otros ingresos.

“Este año sembramos 70 matas. Y de las 70 no nos vamos a comer todo nosotros. Tenemos que vender. Algo sirve para el sustento de la familia. Y el próximo año sembramos más y más productos”.

"Algunos productos los teníamos perdidos porque se quemaba el monte y no se le daba abono a la tierra. Por eso perdíamos muchas matas. No salían o se morían”.

Los 41 productores de Arimae asisten a las escuelas de campo y aprenden en comunidad. “En las charlas, los técnicos nos enseñan cómo sembrar las matas, echar abono y limpiar el monte. Me siento contenta y alegre por haber aprendido lo que antes no sabía”.

A la señora Julia le entusiasma ver que otros productores quieran aprender de lo que ella está haciendo. Y está muy dispuesta a enseñar. Por eso, se ha comprometido a orientar a quien se acerque a su parcela, regalarle algunas semillas y así mejorar la vida de su comunidad. 

Tomado de: FAO