¿Cómo estaban los mercados mayoristas de América Latina y el Caribe antes de la pandemia?

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Una encuesta de la FAO y de FLAMA, realizado a finales de 2019, muestra el estado en que estaban los mercados mayoristas de la región previo al impacto de la pandemia.

4 de diciembre de 2020, Santiago de Chile – Una encuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA) muestra el estado en que se hallaban los mercados mayoristas de la región previo al impacto de la pandemia.

FAO y FLAMA realizaron una encuesta sobre los mercados mayoristas y su impacto en los sistemas agroalimentarios, y hallaron que el 70% de los mercados mayoristas había desarrollado sitios web en 2019 para informar sobre los precios y promover la comercialización de los productos.

Además, un 52,7% de los mercados señaló que implementó medidas para la gestión de las pérdidas y desperdicios de alimentos en la región, a través de protocolos y estructuras de orientación.

El sondeo también develó que el 73% de los mercados mayoristas habían impulsado programas sociales por cuenta propia, en asociación con el sector público o con organizaciones de la sociedad civil.

Modernización de los mercados mayoristas

Según la encuesta de la FAO y de FLAMA, las centrales de abasto desarrollaron una serie de servicios al interior de las instalaciones que les permitieron mejorar las condiciones de comercialización de los productos y la seguridad de los recintos. Sin embargo, uno de los temas más relevantes fue el uso de herramientas tecnológicas para la disponibilidad de los datos.

Los sitios web de los mercados mayoristas son instrumentos claves para mejorar los canales de información y fomentar una gestión de espacios controlados de forma más eficiente, permitiendo guiar a los consumidores en términos de precio, calidad, nutrición y uso de productos alimenticios.

En esta misma dirección, el 63% de los mercados mayoristas señaló en 2019 trabajar con mecanismos de información de precio, ya que esta es una función esencial que reduce los costos de transacción y la asimetría entre compradores y vendedores.

Avanzar hacia más calidad y buenas prácticas

“Los mercados han mostrado una mayor preocupación por mejorar la gestión de pérdidas y desperdicios, creando sus propias estructuras de orientación y apoyo, aun cuando en muchos países de la región las políticas públicas para combatir el desperdicio siguen siendo incipientes”, señaló Altivo Cunha, Especialista de Sistemas Alimentarios en FAO.

A estas medidas se sumó el impulso que dieron las centrales para el manejo de la calidad y la inocuidad de los alimentos. De los mercados encuestados, un 51% ofreció algún tipo de servicio para mejorar las condiciones de calidad de los productos.

El rol social y de responsabilidad social corporativa

Uno de los aspectos que se mencionó en la medición es el alto nivel de responsabilidad social corporativa, el cual llegó al 73%. Los mercados mayoristas desarrollaron programas sociales por cuenta propia, en asociación con el sector público o con organizaciones de la sociedad civil.

“Para construir un sistema agroalimentario inclusivo, eficiente y sostenible, es necesario involucrar activamente a los actores relevantes, tales como: productores, agentes responsables de la venta de alimentos, proveedores de servicios para la cadena de producción, consumidores y organismos reguladores sectoriales”, planteó Joao Intini, Oficial de Sistemas Alimentarios en FAO.

La inclusión de los agricultores familiares a la economía de los sistemas agroalimentarios, a través de un comercio justo, todavía está en una fase inicial. Por ejemplo, solo un 20% de los mercados afirmó tener áreas cubiertas de forma exclusiva para los productores.

Una visión regional y desagregada de los mercados mayoristas

El sondeo recogió información sobre 40 centrales de abasto, ubicadas en 14 países de la región, los cuales abastecen de alimentos a 153 millones de latinoamericanos y son una importante fuente de empleos.

La publicación entregó datos desagregados por tipo de mercado (privados, públicos y mixtos) y por cobertura (local, regional y referencial); se analizaron las principales características de los mercados y sus tendencias; y se destacó el rol que juegan las centrales de abasto en los procesos de distribución de alimentos.

El COVID-19 aceleró aún más la transformación

Los datos entregados forman parte de una investigación desarrollada el año 2019, por lo cual no se alcanzó a capturar la magnitud de los efectos de la crisis generada por la pandemia. Sin embargo, muchos de estos temas se han profundizado, en especial la digitalización y la modernización de los mercados, esto se puede observar en los boletines del año 2020 sobre los mercados mayoristas.

“La pandemia colocó en el centro la necesidad de modernizar y transformar los sistemas agroalimentarios, para que sean más solidarios, resilientes e innovadores. Por eso, es necesario que los mercados mayoristas sigan promoviendo el E-commerce, disminuyendo las perdidas y desperdicios de alimentos y fomentando el comercio justo con los agricultores familiares, además de abrir y mejorar los canales de comunicación con los consumidores. Solo por medio de una política integral e inclusiva lograremos desarrollar sistemas prósperos y sostenibles “, indicó Joao Intini, Oficial de Sistemas Alimentarios en FAO.

Fuente: FAO