En el marco de la agenda de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF/MERCOSUR) y su Comité Temático de Acceso a la Tierra, se llevó a cabo la primera sesión del Ciclo de Intercambios sobre Políticas de Acceso a la Tierra en los Países del Mercosur Ampliado.
La actividad fue presencial y se desarrolló en Brasilia, capital de Brasil, reuniendo a líderes de organizaciones que representan a diferentes sectores de la sociedad civil. La COPROFAM fue una de ellas, en representación de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena de la región del Mercosur Ampliado, con la presencia de dirigentes en representación de cinco de sus organizaciones afiliadas: CCP de Perú, CNFR de Uruguay, CONTAG de Brasil, FAA de Argentina y ONAC de Paraguay.
La Coordinación Nacional de Articulación Quilombola (CONAQ) y el Movimiento Sin Tierra (MST) también participaron en este importante intercambio, promovido también en el marco del proyecto de Cooperación Trilateral Sur-Sur “Apoyo el fortalecimiento de la Gobernanza Responsable de la Tenencia de La Tierra en América Latina y el Caribe”. El Gobierno de Brasil, a través del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) y la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), ha firmado este proyecto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Contexto de Brasil
El Ciclo de Intercambio prevé cuatro reuniones, y en esta primera el grupo de dirigentes de organizaciones y representantes de los gobiernos del Mercosur ampliado fue recibido para iniciar el programa en el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), organismo federal. responsable de coordinar e implementar las políticas territoriales en el país.
En la apertura política, COPROFAM compartió la mesa con representantes de la FAO, el Incra, los Ministerios de Desarrollo Agrario y Combate al Hambre (MDA) y Relaciones Exteriores (MRE) de Brasil, el Ministerio de Agricultura y Ganadería del Paraguay (MAG) – presidencia pro- tempore de la REAF este semestre, y de la CONAQ. En nombre de la Confederación habló el presidente Alberto Broch, destacando cuán fundamentales son las políticas de acceso a la tierra para la existencia y resistencia de la agricultura familiar en los territorios. “Es desde la tierra que podemos producir alimentos, desarrollo, cultura y al mismo tiempo crear la resiliencia que es tan importante en el nuevo paradigma de una producción más agroecológica y sostenible”, afirmó el dirigente.
Ese mismo día, el grupo también conoció más profundamente los marcos legales para el acceso a la tierra en Brasil, las formas y resultados de las acciones del INCRA y el Programa Terra da Gente, gestionado por la institución. En otro momento, se invitó a los participantes a compartir información de sus países sobre el tema, y se inició un diálogo sobre acceso a la tierra y territorialidad basado en los principios de regularización de tierras, unidades de conservación sostenibles y territorios indígenas y quilombolas.
Conociendo experiencias prácticas
El segundo día de intercambio estuvo reservado para una visita al Asentamiento Fazenda Larga, donde se ubican 160 familias y 83 parcelas. Allí conocieron la historia del lugar, presentada por un técnico de la Empresa de Asistencia Técnica y Extensión Rural del Distrito Federal (EMATER-DF), institución pública que acompaña a las familias asentadas. El técnico presentó un cronograma desde que llegaron al asentamiento y cómo mejoraron sus actividades, en base a la asistencia técnica de instituciones públicas que trabajan bajo la coordinación del INCRA. También se presentaron desafíos relacionados con el crédito y el procesamiento de productos.
Además, los agricultores familiares del asentamiento se organizan a través de una cooperativa y desde allí venden sus productos. Los intercambistas visitaron dos fincas, donde familias producen tomates y pimientos, y pudieron conocer las tecnologías y dinámicas de producción que allí se utilizan.
Conclusiones y desafíos
El miércoles fue el día para que los participantes organizaran toda la información adquirida en los primeros días y continuaran el diálogo propuesto por el intercambio. Resumieron las impresiones de las visitas al asentamiento, destacando los aspectos positivos, como la presencia de varias instituciones estatales que brindan apoyo en diferentes aspectos técnicos del monitoreo. Pero también observando los puntos para mejora, como la falta de producción orgánica o agroecológica y el poco involucramiento y liderazgo de las mujeres en la producción y comercialización de los productos cultivados en el asentamiento.
Llegó el momento de analizar los desafíos y oportunidades de las políticas de los países, a partir de lo observado y compartido por sus representantes en los días anteriores. Se plantearon puntos como la necesidad de que los gobiernos y organizaciones comprendan mejor qué recursos de tierra tienen los países, con base en registros oficiales. Así como la necesidad de financiamiento para que el acceso a la tierra no sea sólo acceso, sino un apoyo integral, que permita crédito, políticas de precios, acceso a mercados, aspectos tecnológicos, etc.
Este debate promete desarrollarse aún más en las próximas reuniones del ciclo, que deberían tener lugar en Uruguay, Paraguay y Colombia. La valoración de los directivos de COPROFAM sobre la propuesta y ejecución de la actividad fue positiva.
“La reunión generó muchos aportes para que pensáramos cuáles deberían ser las futuras recomendaciones políticas sobre el tema del acceso a la tierra. Recomendaciones que son muy importantes para que los agricultores e las agricultoras puedan permanecer en la agricultura familiar y desarrollar sus emprendimientos productivos de manera sostenible”, dice la dirigente Melina Rodríguez, representante del CNFR. Entre las actividades,ella destaca la visita del segundo día. “Fue una gran oportunidad para conocer el emprendimiento del asentamiento, y así ver cómo se desarrollan allí las familias campesinas con el apoyo de la asistencia técnica y un sistema de compras públicas”, concluyó.
Para José Coronado, quien participó por la Confederación Campesina del Perú (CCP), “fue muy útil tener una idea más amplia de la situación del acceso a la tierra en los países del Mercosur, cuánto han avanzado, las principales dificultades y desafíos. . Y también poder hacer un paralelo con lo que está pasando en el Perú. Estamos en desventaja en relación a los avances logrados a nivel regional”