
La encuesta de Seguridad Alimentaria y Alimentación evidencia el aumento de inseguridad alimentaria, con alto impacto en la ruralidad y las mujeres.
El informe muestra el empeoramiento de la inseguridad alimentaria en hogares urbanos y rurales en provincias como: Guayas (excepto Guayaquil) y Los Ríos, pero en forma más acentuada en los hogares rurales. También en hogares liderados por mujeres y que están ubicados donde hay mayor pobreza. Entre los factores que han provocado esta situación no solo están los efectos de la pandemia, también es el incremento de precios de los insumos para la producción y del costo de los alimentos; esto sumado a la crisis política y el recrudecimiento de la inseguridad ciudadana registrada en el país.
Esta encuesta es resultado de tres años de trabajo en el proyecto Siembra Desarrollo: Pequeña agricultura y alimentación resilientes al COVID-19, implementado por Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, en Guayas y Los Ríos. Además, estos resultados son parte de los estudios sobre los efectos de la pandemia sobre la seguridad alimentaria y cómo los hogares han enfrentado la crisis, así también las consecuencias de shocks posteriores, que continúan incidiendo en la seguridad alimentaria de los territorios estudiados.
La Encuesta de Seguridad Alimentaria y Alimentación (ESAA), fue aplicada a 2.476 hogares de las provincias mencionadas. Estos fueron seleccionados en base de criterios de vulnerabilidad, importancia de la agricultura familiar como proveedores de alimentos e incidencia del COVID-19 al inicio de la pandemia. La encuesta fue realizada vía telefónica e incluyó a hogares urbanos y rurales, según un muestreo aleatorio, con representatividad provincial.
La encuesta (ESAA), se desarrolló en dos etapas. La primera, entre diciembre de 2020 y enero de 2021 y la segunda entre noviembre y diciembre de 2022, a fin de observar la evolución de la condición de los hogares desde la emergencia sanitaria. No obstante, en los años 2021 y 2022, se fueron sumando otros shocks de tipo económico, como el incremento en los precios de insumos para la producción y en los precios de los alimentos, junto con la crisis política y el recrudecimiento de la inseguridad ciudadana, registrados en el Ecuador durante 2022.
Los principales hallazgos de la ESSA, según el RIMISP
- La acumulación de shocks económicos ha afectado más fuertemente a los hogares encuestados. Los resultados revelan que la inseguridad alimentaria de los hogares en las dos provincias se incrementó en la segunda etapa de la encuesta (2022), y más pronunciadamente en el caso de Los Ríos. La inseguridad alimentaria, moderada a severa, pasó de 28,9% a 47,4% en los hogares en Guayas (excepto Guayaquil), y de 30,9% a 63,3% en Los Ríos, duplicándose en este último caso. Los mayores niveles de pobreza en esta provincia, relativos a los de Guayas, podrían explicar la mayor vulnerabilidad de estos hogares ante los múltiples shocks experimentados.
- En la primera atapa (2020), la inseguridad alimentaria severa, aquella que implica que en el hogar se ha pasado hambre, fue menor en las áreas rurales que en las urbanas de los dos territorios. En ese año, en la provincia de Los Ríos la inseguridad alimentaria moderada, en la cual los hogares se ven en la necesidad de reducir la cantidad y/o calidad de los alimentos que consume por falta de dinero u otros recursos, fue también menor en las áreas rurales respecto a las urbanas.
Para la segunda encuesta, se observa lo contrario. Aunque la inseguridad alimentaria moderada y la severa crecieron en las urbes y la ruralidad, para ambos territorios los nuevos porcentajes son ahora notablemente mayores en las áreas rurales que en las urbanas, a consecuencia del fuerte incremento de la inseguridad alimentaria en las áreas rurales comparado con el de las urbanas. Una vez más, el crecimiento de la inseguridad alimentaria en la ruralidad fue más fuerte en Los Ríos que en Guayas.
Tomado de: RIMISP