El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) informó esta semana que financiará proyectos de 23 países de América Latina y el Caribe que abordan la sostenibilidad urbana, la gestión de las aguas subterráneas, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la degradación del suelo.
Las iniciativas cuentan con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y su implementación contribuirá al desarrollo de estrategias de trabajo claves de la organización en la región.
“La FAO está trabajando estrechamente con nuestros Estados Miembros para promover una estrategia de movilización de financiación climática para iniciativas innovadoras optimización de invernaderos, cartografía de suelos y tierras. Estamos apoyando a los gobiernos y las comunidades en la creación de capacidades para la gestión integral de riesgos con el fin de mejorar la resiliencia de los medios de vida y las cadenas de valor”, aseguró el Subdirector General y Representante Regional de FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin.
En Sudamérica, Chile se adjudicó un fondo que busca -con apoyo de la FAO- potenciar ecosistemas y redes de infraestructuras verdes que entregan soluciones para la biodiversidad y la mitigación y adaptación al cambio climático en cuatro ciudades. El proyecto pretende mejorar las prácticas en más de 1.325.000 hectáreas de paisajes, mitigar más de 14.900 toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero y beneficiar directamente a cerca de 732.000 personas.
En Centroamérica, en tanto, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana colaborarán en la ampliación de un enfoque de gestión desde la fuente hasta el mar para gestionar de forma integral los recursos continentales y los ecosistemas costeros. El proyecto mejorará la biodiversidad, la seguridad hídrica y la economía azul de 12 grandes cuencas hidrográficas y los grandes ecosistemas marinos del Caribe y el Pacífico que flanquean los países. El proyecto pretende mejorar la gestión de más de 1,8 millones de hectáreas de zonas protegidas terrestres y marinas, restaurar 300 hectáreas de humedales, mejorar las prácticas en más de 353.000 hectáreas de paisajes y beneficiar directamente a 350.000 personas.
En el Caribe, 14 países (Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago) mejorarán la gestión sostenible del suelo en la segunda fase de la iniciativa SOILCARE. El proyecto ayudará a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo a gestionar los recursos de la tierra para lograr sistemas agroalimentarios y medios de subsistencia más productivos y resistentes al clima a través de apoyo a los países para que alcancen los objetivos de neutralidad en la degradación del suelo. El proyecto pretende restaurar 28.000 hectáreas de tierras agrícolas, mejorar la gestión de casi 70.000 hectáreas de tierra y beneficiar directamente al menos a 6.900 agricultores.