Escrito por: Iván Cañarejo Quilumbaquí
Kichwa Kayambi
Escuchamos con frecuencia que los índices de radiación ultravioleta sobrepasan el promedio, de la misma manera presenciamos desastres naturales en diferentes lugares, la lluvia llega tarde, hace calor cuando debe llover; y no hace mucho tiempo, quienes venimos y vivimos en comunidades recordarán que para llegar a escuelas y colegios había que caminar de 30 minutos a una hora sin mayores dificultades de radiación solar, de la misma manera fue fácil identificar el tiempo de siembra y cosecha ¡los tiempos no son los mismos!
El cambio climático se caracteriza por las alteraciones a largo plazo y a escala global, debido a causas de origen natural o por las actividades humanas; y cuando es a corto plazo y relacionadas a condiciones meteorológicas naturales y propias de cada región se conoce como variabilidad climática. Según los expertos, entre 1880 y 2012, la temperatura media mundial aumentó 0,85 grados centígrados, así mismo entre 1901 y 2010, el nivel medio del mar aumentó 19 cm; y entre 2000 y 2010 se produjo un incremento de las emisiones mayor que en las tres décadas anteriores.
El planeta siempre ha estado en permanente cambio, pero, en los últimos años se presencia con más fuerza las alteraciones climáticas; y pese a que los pueblos indígenas, contribuyen muy poco a las emisiones de gases de efecto invernadero, no persiguen la acumulación de capital, protegen sus territorios y recursos, sin embargo, el cambio climático constituye una amenaza para la supervivencia de las comunidades debido a su relación directa con el medio ambiente y su ubicación vulnerable por situación de pobreza y exclusión social.
Aún así, las comunidades indígenas desde los saberes ancestrales acumulados de generación en generación pueden de una manera creativa aportar a mitigar y adaptar frente al cambio climático, y obviamente, la tarea, el compromiso es de todos; la sociedad de crecimiento y consumo ya no es deseable, por tanto se debería ensayar otros modelos, la comunidad académica plantea el decrecimiento que consiste en reducir o incluso suprimir el peso sobre el medio ambiente de las cargas que no aportan ninguna satisfacción, en cambio desde las nacionalidades y pueblos la propuesta es el Sumak Kawsay, es decir, la relación armónica entre el hombre y la naturaleza.
Tomado de: Riksinakuy "Que nadie calle tu voz"
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