24 de octubre de 2017, Santiago de Chile – La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), han diseñado una estrategia de trabajo conjunto para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.
La Oficina Regional (FAO) y la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) firmaron hoy el acuerdo Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.
Trabajando en el marco de este acuerdo, FAO y UNESCO impulsaran iniciativas, políticas y programas desde el sector educativo que contribuyan a mejorar la educación para la salud, fomentando el bienestar de los niños y niñas en edad escolar de la región a través de una mejor alimentación y nutrición.
Educación alimentaria para combatir todas las formas de la malnutrición
Según el último informe de la FAO, el Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), si bien la desnutrición crónica infantil en la región cayó de 24,5 por ciento en 1990 a 11 por ciento en 2016, aún hay 5,9 millones de niñas y niños se encuentran afectados por la malnutrición.
Aún más grave que lo anterior es la situación del sobrepeso infantil, que se ha transformado en un grave problema de salud pública en América Latina y el Caribe: actualmente el 7 por ciento de los menores de 5 años tiene sobrepeso.
“Que 3,7 millones de niños y niñas sufran sobrepeso en la región es algo inaceptable. Estamos poniendo el riesgo el futuro de toda una generación de latinoamericanos y caribeños. El momento de actuar es ahora, por eso hemos construido esta alianza con UNESCO.”, explicó el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
Berdegue señaló que la región debe realizar el mismo esfuerzo que le permitió mejorar los índices de desnutrición infantil crónica y aguda para enfrentar la obesidad y el sobrepeso, y que la FAO y UNESCO trabajarán para que los gobiernos lo asuman como una prioridad.
Alimentación escolar: un arma clave en la batalla contra la malnutrición
Según la FAO, una forma de enfrentar la malnutrición en todas sus formas son los programas de alimentación escolar, que han tenido efectos muy positivos en la juventud de la región, ya que refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables.
Desde el año 2009, la cooperación internacional de Brasil y la FAO fortalecen los programas de alimentación escolar y forman escuelas sostenibles en trece países de la región.
Para la UNESCO, estos programas deben ser acompañados por educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana a lo largo del ciclo escolar.
Cecilia Barbieri, directora (a.i) de la OREALC/UNESCO Santiago, explicó que “tenemos mucha evidencia de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este acuerdo nos permitirá unir fuerzas para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes, dentro del contexto del trabajo de implementación de la Hoja de Ruta de la Agenda Educativa 2030 para América Latina y el Caribe y el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4”.
A través del nuevo acuerdo de trabajo, FAO y UNESCO impulsarán la educación alimentaria y su integración en las políticas públicas de seguridad alimentaria y nutricional de la región, considerando la orientación de las Guías Alimentarias basadas en Alimentos, el contenido curricular relacionado con la nutrición en los establecimientos educativos y sus actividades de educación física.
“Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición. La escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud” explicó Berdegué.
Según la FAO, en comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria, los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela. Además de ello, dinamizan las economías local cuando se conectan con programas públicos de abastecimiento de alimentos y con las cadenas de distribución de la agricultura familiar.
Más información
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- Educación para la salud y el bienestar (OREALC/UNESCO Santiago)
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