La mashwa es convertida en yogur por mujeres indígenas
En las faldas del Chimborazo se gesta la producción de yogur de mashwa. Desde 2016, un grupo de 18 mujeres puruháes, entre los 35 y 70 años, trabajan en este bioemprendimiento, con el objetivo de promover el consumo de productos ancestrales.
La mashwa representa historia, cultura y vida, afirma María Cutiupala, presidenta de la Asociación de mujeres Mushuk Kawsay, organización que trabaja también para proteger los páramos y las fuentes de agua, y que siembra plantas nativas para cuidar el ambiente.