Por Vilma María Sandoval Afre
“Ahora no siempre salgo a comprar. Cuando ya no tengo comida, solo agarro mis hortalizas o hierbas, las preparo y como con mi familia”, explica Angelina Coxaj Cua, y menciona que esa es una de las principales ventajas de contar con un huerto familiar. Destaca que en su huerto encuentra alimentos que son orgánicos y nutritivos, tales como brócoli, coliflor, acelga, espinaca y rábano, para preparar en cualquier momento una deliciosa ensalada. Sin preocuparse, de que los alimentos estén contaminados por agroquímicos.
Angelina es una mujer Kaqchikel de 34 años, que vive en el caserío Chuacruz del municipio de San José Chacayá del departamento de Sololá, ubicado a 146 kilómetros de la ciudad de Guatemala. Es una de las 583 mujeres que ha fortalecido sus capacidades para incrementar la cantidad, diversidad y calidad de alimentos disponibles para su familia, a través del proyecto “Fortalecimiento de la Agricultura Familiar, mejorando la calidad y cobertura del Sistema Nacional de Extensión Rural en los Municipios de San José Chacayá y Sololá, del Departamento de Sololá”.
Desde hace cinco años, Angelina cuenta con un huerto familiar, pero desde hace uno se ha enfocado en incrementar la productividad de su terreno y la disponibilidad de alimentos para diversificar la dieta en su hogar. Al mismo tiempo que mejora sus conocimientos sobre los valores nutritivos de los alimentos que produce para mejorar su salud y nutrición y la de los niños y niñas de su hogar.
Ha aprendido a cocinar de forma rica y sencilla las hortalizas de su huerto en las demostraciones de preparación de alimentos. Durante la conversación nos relata que le encantan las ensaladas que puede preparar sin tener que salir de casa.
Además, como es una mujer proactiva y participativa se ha involucrado en reuniones y capacitaciones para mejorar su calidad de vida y la de las personas con las que convive. Una de las decisiones enfocadas a este objetivo fue integrarse o promotora rural al equipo de voluntarios del proyecto en la región.
En este trabajo voluntario ejerce su liderazgo comunitario encargándose de capacitar y formar a las familias participantes, mediante la metodología campesino-campesino para la mejora de los sistemas productivos familiares, actividades que se realizan con el acompañamiento del personal técnico de las Agencias Municipales de Extensión Rural (AMER) del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Especialmente, en las temáticas de huertos familiares y educación alimentaria nutricional
El entusiasmo de esta comprometida y empoderada mujer kaqchikel fortalece el Sistema Nacional de Extensión que se constituye en el eje central de la sostenibilidad y el alcance de las acciones de mejora de la seguridad alimentaria y nutricional de familias rurales vinculadas a la agricultura. Al mismo tiempo que, abre un espacio para la valiosa participación de las mujeres rurales en programas de extensión agrícola, que va reduciendo las brechas de acceso y control de los recursos agrarios entre la población femenina y masculina.
El proyecto “Fortalecimiento de la Agricultura Familiar, mejorando la calidad y cobertura del sistema nacional de extensión rural en los Municipios de San José Chacayá y Sololá, del Departamento de Sololá” se enmarca en el convenio de cooperación entre FAO y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con la contraparte operativa del MAGA, a través de la Dirección de Coordinación Regional y Extensión Rural (DICORER), con el objetivo de contribuir a la reducción de la desnutrición crónica infantil, mediante el fortalecimiento de la agricultura familiar.
De acuerdo, a la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil –ENSMI- 2014, Sololá ocupa el cuarto lugar del país con mayor índice de desnutrición crónica alcanzando el 65.2% y el 50.2% de prevalencia. Además, forma parte de los siete departamentos focalizados por la Estrategia “Gran Cruzada Nacional por la Nutrición”, enfocando los esfuerzos específicamente en los municipios de San José Chacayá y Sololá, territorios clasificados con muy alta prevalencia de desnutrición crónica.
Actualmente, debido a las medidas de distanciamiento físico determinadas por la Presidencia de la República de Guatemala ante la crisis sanitaria del COVID-19, ha sido necesario buscar nuevas alternativas de trabajo para el extensionismo rural.
En este contexto, la transferencia de conocimientos agrícolas se realiza con base en la guía de “Agricultura Familiar Sensible a la Nutrición y Educación Alimentaria Nutricional”, utilizando como canales para la asistencia técnica un grupo de WhatsApp y llamadas telefónicas. Adicionalmente, se ha continuado con las visitas comunitarias para la entrega de insumos y materiales de educación alimentaria y nutricional.
En todo este proceso de adaptación, Angelina y otras mujeres como ella se han comprometido a seguir trabajando para fortalecer sus capacidades agrícolas y nutricionales, así como las de sus familiares y comunidades.
Tomado de: FAO