La degradación de los suelos por actividades humanas amenaza la agricultura y la biodiversidad. Expertos impulsan su restauración con prácticas sostenibles para combatir el cambio climático.
La ingeniera agrícola Hiurma Chico destacó que la agricultura en el archipiélago ha disminuido en los últimos años debido a: el aumento de los costos de producción y la presión urbanística sobre los suelos.
Un estudio de la UGR y la U. de Wasit destaca que una buena gestión del suelo regula la temperatura, mejora la resiliencia agrícola y ayuda a enfrentar el cambio climático de forma sostenible.
Un estudio realizado por varias instituciones argentinas, incluido el INTA, confirmó que la rotación de cultivos y el uso de cultivos de cobertura en invierno mejoran notablemente la calidad del suelo.
Un estudio del INTA, CONICET y la Universidad Nacional de Córdoba reveló que la rotación de cultivos puede mejorar hasta un 70 % la calidad del suelo, incrementando la infiltración de agua y la disponibilidad de nitrógeno.